martes, 4 de noviembre de 2014

Metodología del aprendizaje.

Esta semana la entrada del blog tratará sobre las diferentes maneras de aprender y enseñar, según Antonio Zabala en su libro Las 11 ideas clave. Cómo aprender y enseñar competencias. En relación con la anterior entrada, decir que ambos temas cohesionan y además, se amplían conocimientos.

Primero, cabe decir que se reflejan claramente dos tipo de metodologías: La Tradicional y la Constructivista (entrada anterior).
 
La escuela Tradicional trata de un método propedéutico y selectivo, es decir,
aquella que complementa la educación de las familias, ya que era donde se les educaba y les enseñaban cultura, el alumno tenía que ir aprobando y sacando buenas notas para abrirse caminos en la vida, tener al profesor como la persona que lo sabe todo y el libro de texto como herramienta. Mientras que la escuela Constructivista es la que se encarga de enseñar a sus alumnos las bases culturales que su familia no les puede proporcionar. Además quieren introducir las TIC como herramienta de aprendizaje tanto dentro como fuera del aula y tener al profesor como guía.

La primera metodología en los tiempos en los que estamos no se debería utilizar, ya que no nos sirve de nada memorizar para una prueba y después se nos olvide, sin poderlo utilizar en los problemas de la vida cuotidiana. Es una pena no utilizar los grandes avances tecnológicos como pueden ser las wikis, redes sociales, blogs… como un complemento del aprendizaje.

                                Imagen propia.

Actualmente, estamos en un punto en el que queremos llevar a cabo la escuela Constructivista mediante las competencias, que integran de la misma manera los conocimientos, procedimientos y actitudes. Las competencias implican un mayor nivel de significatividad y de funcionalidad (memorización comprensiva y utilidad práctica).

Para poderlo llevar a cabo hay unos principios prácticos psicopedagógicos:
1. Esquemas de conocimiento y conocimiento previo:
Muestra una estructura cognoscitiva mediante los esquemas de conocimiento. Estos esquemas se hacen con un conocimiento previo y que a lo largo de la vida se van revisando y modificando.


2. Vinculación profunda entre los nuevos contenidos y los conocimientos previos:

Es la relación que hay entre los conocimientos previos del alumno y el nuevo conocimiento que adquiere. Cuando esta distancia es adecuada, hace que el alumno pueda relacionar y sacar conclusiones. Esto hace que sea un aprendizaje significativo. En cambio, cuando no hay esta relación y esta distancia es llevada tan al límite, hace que el aprendizaje sea mecánico (memorizar y olvidar).


3. Nivel de desarrollo:


Para desarrollar las capacidades cognitivas del alumno hay que establecer vínculos entre los conocimientos previos y los conocimientos adquiridos. Para ello tiene que crear los esquemas de estos conocimientos e ir actualizándolos y contrastándolos con el nuevo aprendizaje.


4. Zona de desarrollo próximo:


El alumno está en proceso de construcción, es decir, debe ir adecuando esta distancia para ir superando retos y así poder ir avanzando en el aprendizaje.


5. Disposición para el aprendizaje:


Además de intervenir las capacidades cognitivas, también influyen los factores relacionados con el equilibrio personal, la relación interpersonal y la inserción social. Cada alumno percibe estas percepciones de manera determinada, como pueden ser “esto no me gusta”, “esto no me servirá para nada”, “es interesante”, “sacaré buenas notas”… estas percepciones influyen mucho en los resultados obtenidos.

6. Significatividad y funcionalidad de los nuevos contenidos:


El alumno tiene que poder encontrar el sentido funcional al nuevo contenido y que este contenido sea por sí mismo significativo.


7. Actividad mental y conflicto cognitivo:


Debemos tener en cuenta la metodología de Piaget del conflicto cognitivo, es decir, trata de que el alumno cuestiona sus ideas antes de la construcción de significados y así después de haber razonados sus ideas, esta construcción será más completa.


8. Actitud favorable, sentido y motivación:


Se podría relacionar con los puntos anteriores 5 y 6, ya que tiene una motivación intrínseca, es decir, esta motivación da sentido a las cosas. Por ejemplo, atiendo en clase para aprender nuevos conocimientos y entender lo que se explica. Los alumnos tienen que tener positividad ante el aprendizaje.


9. Autoestima, autoconceptos y expectativas:


El autoconcepto y la autoestima es la forma de relacionarse con la escuela, el maestro y los compañeros. Mientras que las expectativas son las ideas que se tiene de uno mismo para que la actitud sea favorable.


10. Reflexión sobre el propio aprendizaje. Metacognición:


Es la capacidad de reflexionar del propio aprendizaje para que este sea más profundo y significativo y además nos facilite nuevos aprendizajes. Así conseguiremos que al alumno no se le olvide y asimile el nuevo contenido.






        Reflexionando sobre esta nueva entrada, cada vez entiendo menos el porqué no se cambia ya el sistema educativo, los métodos de aprendizaje o las herramientas para llevarlo a cabo. Cuando en un futuro sea maestra, utilizaré sin duda alguna la metodología constructivista, porque así mediante las competencias sé cierto que mis alumnos estarán aprendiendo de forma significativa y funcional, para que le encuentren sentido al aprendizaje, tengan una motivación intrínseca y autonomía. Lo que no pienso trabajar es la motivación extrínseca, ya que los premios y los “chantajes” quizás puedan funcionar en un corto plazo de tiempo, pero a la larga, cuando van creciendo y superando etapas, este método ya no es válido y el aprendizaje ya no es positivo.

A continuación, una imagen de un libro de texto de quinto de primaria, el cual contiene ejercicios que nos pueden ser útiles en la vida diaria:



                                          Imagen propia.


                                                               Marta Campillo Cuélliga.

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